Hoy quiero tomar las palabras del evangelio de San Lucas 10, 2 "La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos..." y presentarlas así: La cosecha es abundante, pero los músicos son pocos.
Todos los días el Señor está cosechando amor y cosas maravillosas, bien sea a través de la familia, el estudio, el trabajo, la predicación, la eucaristía, o la música. Lo que somos, lo que sabemos y lo que hacemos se lo debemos a él, que nos ha dado muchos talentos y especialmente a los músicos el talento para cantar, componer, tocar, grabar, etc.
La música tiene un papel muy importante en nuestra vida espiritual y para la muestra, recordemos que Jesús, también nos enseña cuán importante es la música en dos pasajes muy especiales del
evangelio, en San Marcos 14, 26 y San Mateo 26, 30, donde claramente leemos que Jesús
junto a sus discípulos, cantaron salmos justo antes de dirigirse al
monte de los olivos. Esto es muy significativo, pues recordemos que
Jesús sabía que iba a morir por todos nosotros, y esa noche, no solo lavó los pies
de sus amigos, instituyó la santa eucaristía y el sacerdocio, compartió y aconsejó amarnos los unos a los otros, sino que también cantó. ¿Cuántos estaríamos dispuestos a cantar
horas antes de morir si tuviéramos que dar la vida por otra persona?, o
pongámosla más fácil, ¿Cuántos estaríamos dispuestos a cantar, horas
antes de morir?
Jesús, murió por nosotros, para salvarnos, para darnos vida eterna, ahora, nos toca a nosotros corresponderle y cantarle a él,
cantar para él, cantar al Señor un canto nuevo como dice el salmo 96, 1 y hacer de nuestra vida como un bello canto que llega a los
corazones tristes para dar alegría, que llega a los corazones
necesitados para dar amor, que invita a cantar a todos sin exclusión, juntos como hermanos, con mucha fe
y esperanza, como hijos suyos, ayudándonos,
soportándonos mutuamente, corrigiéndonos con amor, perdonando y dando las mejores notas y canciones
(ofrendas) que cada quien pueda dar.
El Señor está llamando cada día nuevos obreros para que
trabajen en su cosecha, el Señor nos llama cada día a todos nosotros, músicos, para que le
cantemos con el corazón y sigamos cosechando para él, ahora nos queda a nosotros,
responder al llamado sin excusas, sin pensar si canto bonito, feo, si
estudie o no música, si toco un instrumento o no, pues el Señor es quien nos llama y ante su
llamado solo debemos decir, "habla Señor, que tu siervo escucha" (1Samuel 3, 9) y dejar que él
haga su trabajo con cada uno de nosotros, bien sea invitándonos a cantar o tocar en la eucaristía, o enseñándonos desde cero a tocar, cantar, o componer, pero sobre todo, dirigiéndonos, para alabar y dar gloria constantemente con nuestra vida, con nuestras voces y nuestros instrumentos a nuestro Dios todopoderoso y eterno.
Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros (músicos) a su cosecha.
Que el Señor toque sus corazones, los colme de su amor, su paz y su alegría por siempre.
Amén
Johan Parilli
Johan Parilli
PD: Todo aquel que quiera participar en el Coro Parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto en San Cristóbal - Estado Táchira - Venezuela y así responder al llamado del Señor para cantar, tocar, componer, o aprender música, puede responder a este mensaje o comunicarse al 0412-6679976.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias de antemano por tus comentarios. Que Dios te bendiga